Creado y representado por el profesor de Lengua: Carlos J. Peñas.
Reportaje realizado por varias alumnas de 3º ESO: Erin Gallego, Marta González, Alexandra Gradinaru, Andra Bianca.

Personajes:
Todos los personajes de esta obra fueron representados por el profesor Carlos, a excepción de los alumnos voluntarios que participaron. Se representó un resumen esquemático de La vida es sueño. Segismundo (Carlos) es el príncipe de Polonia, hijo del rey Basilio, pero ha sido encerrado desde su nacimiento en una torre alejada del mundo por una profecía astrológica que advertía que se convertiría en un gobernante tirano y destructor.
Cuando su padre decide ponerlo a prueba llevándolo al palacio y haciéndolo despertar en la corte como si todo fuera un sueño, Segismundo reacciona con violencia, demostrando arrogancia, crueldad y falta de control. Sin embargo, tras ser devuelto a la torre y convencido de que todo fue un sueño, comienza a reflexionar sobre el significado de la libertad, el destino y la responsabilidad. Esta transformación interior lo lleva a cambiar de actitud cuando vuelve a tener la oportunidad de reinar. Se convierte en un líder sabio y justo, reconociendo que la vida es como un sueño, es decir, efímera, y que el poder debe ejercerse con humildad.
En esta representación aparecieron Segismundo (Carlos), el criado (un alumno voluntario al que lanzaron desde el escenario) y el rey Basilio (otro alumno voluntario). Además, todo el público participó de manera colaborativa al actuar como partidarios de ambos grupos en la guerra del tercer acto.

La obra trata sobre Segismundo, que es el hijo del rey de Polonia. Desde que nació lo encerraron en una torre porque un oráculo había dicho que, cuando creciera, iba a matar a su padre. Entonces el rey, para evitarlo, decidió encerrarlo lejos de todo, en una especie de cueva con cadenas y una trampilla por donde le pasaban la comida.
Un día, deciden sacarlo de ahí y llevarlo al palacio, pero sin decirle que, en realidad, es el príncipe. Cuando sale de la cueva, empieza a hablar con muchas metáforas que solo los nobles entendían, pero al pueblo le encantaba verlo cuando se volvía loco o se expresaba con fuerza.
Ya en el palacio, al principio Segismundo está agradecido, pero luego se vuelve un poco arrogante. Se enfrenta a un criado, lo trata mal, y, en medio del altercado, acaba cayendo al mar. Al enterarse de todo, el rey se enfada muchísimo, piensa que el oráculo tenía razón, y decide volver a encerrar a su hijo en la cueva. Le dan una bebida para dormirlo y lo devuelven a su encierro, sin que él sepa si lo que vivió fue real o un sueño.
Después, aparecen varios personajes muy graciosos, como Cosme Pérez, al que todos llaman Juan Rana. Es un personaje muy torpe, que no acierta ni a regar dentro de la palangana, y, como nadie lo entiende, se expresa con gestos muy exagerados. También aparece la Santa Hermandad, que son dos hombres vestidos de verde que siempre llegan tarde, pero cuando llegan le dan mil golpes a Juan Rana. Y él, todo dolido, dice que por qué no le dieron más, pero que no le peguen por delante, sino por detrás, que el verdugo tenía una porra más grande que la de Satanás.
Luego sale un médico llamado doctor Ventura, que la verdad no acierta ni una. Se confunde con dos recetas: una era para un cura mayor que quería purgarse porque decía que tenía a Satanás metido en la cintura, y la otra era para un joven que quería pasar una noche romántica, pero que era demasiado tierno. Al confundirse, el joven acaba con una diarrea horrible y el cura…, bueno, parece que por fin se le fue el demonio.
En general, la obra mezcla drama con momentos muy cómicos. Habla del destino, del poder, de la libertad…, pero también tiene muchos personajes que le dan un toque divertido. Me gustó mucho, porque te hace pensar, pero también te ríes bastante.
Intención y curiosidades:
La intención del profe ha sido que nos sintamos parte de un corral de comedias para ver cómo se entretenía la gente en esa época y entender algunos aspectos de su literatura y arquitectura:
Conocer nuevos escritores y cómicos: Calderón de la Barca y Juan Rana, pero también Quevedo, e, incluso, se menciona a Lope de Vega como espectador.
Obras que se interpretan: Carlos interpreta tres actos de La vida es sueño y Los entremeses de Juan Rana.
La vida es sueño: Es una obra de teatro, concretamente un drama, perteneciente al movimiento literario del Barroco. Es considerado un drama filosófico que explora temas como la libertad del ser humano frente al destino, la fugacidad de la vida y la confusión entre sueño y realidad. El personaje principal es Segismundo.
Los entremeses de Juan Rana: Como género teatral, son interludios musicales y cómicos que se representan entre actos de comedias. El personaje principal es Juan Rana, que es un personaje joven, de clase baja, que se enfrenta a diversas situaciones cómicas y absurdas en el entremés.
Las distintas zonas que tienen los corrales: En el patio había bancos o gradas laterales en los que los hombres que pagaban se sentaban, los que estaban de pie (los que no pagaban) eran los “mosqueteros”.
Además, había una grada en la primera planta, la cazuela, donde se situaban las mujeres, separadas de los hombres. Tenían un lema: “Nada de requiebros amorosos, para eso a la iglesia”. En la segunda planta se encontraban los aposentos o palcos privados de la nobleza, separados de la multitud. Y, por último, los intelectuales se ubicaban en los corredores encima de la cazuela. En resumen, la distribución de los espectadores reflejaba que había una discriminación total de las clases.
Aunque no hayamos estado en un corral de verdad, el profe ha sido original. Lo hemos realizado en el patio, en una zona parecida a un coral. Allí había bancos donde se sentaban las personas que pagaban, las escaleras como si fueran la cazuela, las mesas como una cueva, los edificios similares a los balcones donde estaban los intelectuales y los nobles…
Conclusión:
La representación que presenciamos en el patio del instituto nos pareció una actividad muy interesante y entretenida. A pesar de no estar en un corral de comedias original, Carlos supo recrear el estilo del teatro del Siglo de Oro con mucho acierto, utilizando elementos sencillos pero efectivos. Fue una manera diferente y cercana de acercarnos a este tipo de obras, y nos ayudó a comprender mejor su contenido, su humor y su contexto. En general, fue una experiencia educativa y divertida que nos permitió disfrutar del teatro de una forma distinta.