martes, 16 de mayo de 2017

DÍA DEL LIBRO 2017. POEMAS GANADORES.

Hola a todas y todos.
Como sabéis este año hemos dedicado las actividades del día del libro a dos grandes escritores de los que se conmemora el primer centenario de su nacimiento: el mexicano Juan Rulfo y la madrileña Gloria Fuertes.
Los alumnos debían inspirarse  en este poema de Gloria Fuertes o en esta cita de Pedro Páramo, obra de Juan Rulfo.
Poema de Gloria Fuertes
Cita de Pedro Páramo
Gracias, amor.
Gracias, amor
Por tu imbécil comportamiento.
Me hiciste saber que no era verdad eso de
‘poesía eres tú’
Poesía, poesía soy yo.

‘Hay aire y sol, hay nubes. Allá arriba un cielo azul y detrás de él tal vez haya canciones; tal vez mejores voces… Hay esperanza, en suma. Hay esperanza para nosotros, contra nuestro pesar’.

                                                                          1-      Alumnos de 1º y 2º de ESO: premio otorgado al poema Aire y sol de Anna Alejandro Maldonado de 1º C de ESO, accésit para Princesa de cuento de Marina Medina Galdeano de 2º A ESO.

Alejandro Maldonado de 1º C de ESO
AIRE Y SOL

Hay aire y sol
 y todos tenemos que disfrutarlos,
si nos dejan,
si nos lo permiten,
si no ha alguien que lo impide.

Hay aire y sol
 y yo los siento
porque soy libre,
aunque esa sensación no la tienen todos,
 no se lo permiten, lo les dejan.

Sí, habrá un día
en el que se pueda ver el cielo soleado,
en el que se puedan ver esas nubes, en el que, sí, haya esa esperanza,
en el que mejore el mundo.
Sí, habrá un día
en el que haya ¡esperanza por vivir!

Princesa de cuento de Marina Medina Galdeano de 2º A ESO.

Soy princesa de un cuento sin rumbo,
de un beso y un abrazo olvidado,
de un corazón negro y abandonado,
de un para siempre lejano y
de miles de promesas sin destinatario.

Necesito salir de este abismo,
de romper las cadenas de ahogo,
de decidir sola mi camino.

Necesito un amor verdadero,
de esos que se celebran cada febrero.
¡Pero qué digo!
Acabaré cerrando este cuento,
seré reina y lo volveré a escribir de nuevo.



                                                                          2-      Alumnos de 3º, 4º y Bachillerato: premio otorgado al poema de Unai Ferrer García, alumno de 2º B de Bachillerato; accésit para el poema de Juan José Gutiérrez Castro, alumno de 1º A de Bachillerato.

Unai Ferrer García, alumno de 2º B de Bachillerato
Jamás debí dejar que respiraras de mi boca.
Nunca debiste perderte en cada rincón de mi cuerpo.
Pero eras arte.
Y yo poeta.
¿Qué escritor en su sano juicio rechazaría al mismo Apolo?
La primera noche. Una habitación por horas.
Chupitos de algo barato. Besos con algo de verdad.
Y me escribiste poemas de cerezos en flor sobre la espalda.
Y lloramos sonetos desnudos mientras las noches pasaban.
Otra más:                    Me versaste el cuello y rimamos en consonante.
Otra más:                    La luna suspiró plata sobre nuestras sábanas.
Y el tiempo pasaba, con cada segundo un nuevo “quizás” crecía entre nosotros.
Una cena  con velas (un quizás)
Una película en mi sofá (otro quizás)
Paseos por el parque hasta que el Sol se cansaba de nosotros (más y más quizás)
Nunca se nos secaba la poesía.
La inspiración vivía en tus iris.
Y después de un año de primavera.
Después de que las golondrinas volvieran a casa.
            Después de prometernos cielos y estrellas…Acabó
Nos rompimos.
                        Caíamos y caíamos
Nuestro Érase una vez se marchitó.
Me ahogaste cuando sabías que nunca aprendí a nadar.
No entendía el porqué.
No éramos perfectos.
Pero éramos la más perfecta imperfección.
Lo nuestro nunca habría sido comparable a aquellos amantes de Verona… pero era nuestro.
Y éramos libres.
Te fuiste…
Y contigo la poesía
Y contigo la música
Y contigo todo.
No entendía los versos sin ti, sin esos labios de rayo de Luna.
Sin esos ojos caoba y ese pelo que huía de  la ley.
La lástima se aposentó en mis ojos.
Las ojeras se quedaron dormidas en mi cara
Y el ruiseñor ya no cantaba
                        Caí…
                        Caí…
Y me elevé.
Descubrí que el Sol seguía saliendo
Que el viento seguía cantando
Que las rosas florecían
Y que no hacía falta rima para escribir poesía.
Me rompiste, pero pude construirme mejor.
Mi cal se convirtió en arena
Mis playas engulleron tu isla
Mis sonetos te olvidaron                                           Mi tinta nunca más te soñó,
Espero que leas estas palabras
Para que de una vez te enteres de que, cariño:
                                                Ahora la poesía soy YO.

Juan José Gutiérrez Castro, alumno de 1º A de Bachillerato.

Versos entre raíces

¿Acaso se agradece
la aguja que atraviesa
y que clava los hilos
en la madera,
que desata los cerrojos
del nostálgico papel con tinta?

Dime, ¿dónde estamos?
Cantando con susurros
por los descampados,
donde aún florecen
primaveras, otoños,
 inviernos y veranos.

Dime, ¿a quién cantamos?
A los árboles de piedra,
que rígidos se levantan sobre la arcilla.
A la pequeña niña,
que todavía sosteniendo
el racimo de porcelana se arrodilla.

Dime, ¿quiénes somos?
No seas ingenuo, amigo mío,
pues hombres y mujeres no existen,
sino versos entre raíces.

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