miércoles, 1 de julio de 2015

Hasta pronto, Josu

Josu en primer término, a la izquierda, junto a muchos
de los profesores del IES Villa de Valdemoro.

El pasado 30 de junio fue el último día como director del IES Villa de Valdemoro de nuestro querido Josu Baqué, que emprende otros caminos profesionales por tierras americanas tras diez años en el cargo. La profesora de Lengua y Jefa de este Departamento Beatriz del Río leyó con emoción el discurso que a continuación se reproduce. Desde 'Trizas' le deseamos lo mejor a Josu; nunca olvidaremos su paso por el Villa.
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Querido Josu:

Me han pedido que te diga unas palabras y, aunque lo voy a intentar, es difícil decir algo que no suene a tópico trillado sobre lo bueno de las nuevas etapas y lo mucho que te vamos a echar de menos…

Antes de nada, quiero pedirte perdón (es un perdón con la boca chica, claro) porque sé que no querías pasar por esto, que pretendías irte al terminar esta jornada como un año más. Pero ni tú puedes controlarlo todo, ni este es un fin de curso al uso.

Hay un cuento de Eduardo Galeano que siempre me ha parecido terrible y sincero. Se titula El miedo y lo tengo muy presente, pegado en mi nevera al lado de la frase final de El Buscón. Relata cómo una mañana le regalaron al protagonista un conejo de indias y decidió abrirle la puerta de la jaula; cuando regresó al anochecer, el conejito seguía dentro de su jaula agazapado junto a los barrotes, ‘temblando del susto de la libertad’.

Quizás eso sea lo que más me admira de ti; supongo que como a todos, te asusta la vida en mayor o menor medida; supongo que como todos, tienes más de una miseria que ocultar; sin embargo, te presentas con un halo de aparente facilidad: frente a la pereza impones diligencia, frente a la desgana un apetito voraz; frente al ‘susto de la libertad’, el arrojo del desafío a lo desconocido.

Tengo que decirte que sí, me produce una tristeza enorme que nos dejes; pero, sobre todo, me provoca un sentimiento vulgarmente egoísta y humano: la envidia. Envidia por darte la oportunidad de un cambio de vida, envidia por enfrentarte una y otra vez a la aterradora independencia.

Creo que intuía desde el día que conocí a ese Josu arrebatador y cargado de energía, que en algún momento, y a pesar de llevar al Villa en tu corazón, esto se te quedaría pequeño. Sé además que esta marcha no es una huida ni es algo personal con el centro; porque, seguramente, vivirás el presente de los próximos años en EEUU con la misma fuerza hasta que llegue el día en que superes de nuevo esa etapa. Entonces, no tendrás empacho en abrir tú mismo la jaula y volar a pesar del vértigo.

Por cierto, la frase de El Buscón, vecina de Galeano en mi frigorífico, es perfecta para concluir. Termina la novela de Quevedo con esta sentencia: ‘… pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y de costumbres’.

Por suerte, eres lo más distinto al literario pícaro español, llevas en tu ADN el esfuerzo, la inquietud y la búsqueda constante: mudas de lugar, de vida y de costumbres… y no lo haces por obligación; lo haces porque has superado ‘el susto de la libertad’.

Por lo demás, los tópicos aquí y ahora también son válidos y francos: gracias por estos años de dedicación donde has sobrepasado con creces lo que se esperaba de tu cargo; gracias por algunos momentos memorables en claustros, consejos y CCP; gracias por tu apoyo incondicional.

¡Ojalá que te vaya bonito y que nosotros lo compartamos desde la distancia!