domingo, 27 de mayo de 2012

Graduación 2º de Bachillerato: discurso de los alumnos

Emocionante discurso de dos alumnas de 2ºAB. Demuestran una madurez y una sensibilidad muy especial. Sin duda, las echaremos de menos.

Por Paula Melo y Belén Orihuela, alumnas de 2ºAB.
______________

Paula (izq.) y Belén (dcha.), durante su discurso.
Buenas tardes a todos, gracias por acompañarnos en este día que parecía tan lejano meses atrás, y que hoy ha llegado.

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. Esta cita de Víctor Hugo encaja perfectamente con nuestra trayectoria en el instituto.

Lo desconocido aparece aquel septiembre de 2006 en el que, temerosos, esperábamos sentados en las antiguas sillas de Usos Múltiples para saber quién sería nuestro Rafiki particular, es decir, nuestro tutor. Ese día siempre permanecerá grabado en nuestra memoria, el miedo, la incertidumbre… Primero nos asustaban los repetidores, el director y la mayor libertad a la hora de realizar nuestras tareas. Según pasó el tiempo, nos adaptamos a este nuevo ambiente, comenzamos a forjar nuevas amistades que, aún hoy, se mantienen   -y otras se deshicieron-, pasando por la aparición de nuevas asignaturas, la elección de optativas y de una rama concreta, aunque luego el que hizo Ciencias en cuarto se pasara a Letras en bachillerato.

Cuántas veces nos habremos sentido débiles al ver que otros alumnos tiraban la toalla muy pronto, que cada vez había más exámenes y menos tiempo o que no nos salían las malditas integrales.
Conseguir nuestras metas parecía inalcanzable, pero gracias al apoyo de padres, profesores y compañeros lo hemos logrado. Hablando de gente que nos ha soportado todos estos años, queremos agradecer vuestras manchas de tiza, las mil veces que repetís la página en la que estamos y cada fotocopia repartida dos veces porque perdíamos la primera. Por otro lado, también agradecer cada “enséñame la agenda”, cada “este verano de cabeza a la academia” y el tener la comida hecha siempre que llegábamos tarde por un examen a séptima. Por último, apreciamos las risas tontas imposibles de parar, las clases de Educación Física tomando el sol o jugando al futbol, eso ya a gusto de los consumidores, y los aplausos y huidas masivas cuando faltaba un profesor.
Con el paso de los años, cuando el espacio y el tiempo nos separen, recordaremos con dulzura esta etapa adolescente que tanto echaremos de menos. Y, aunque parezca imposible, también añoraremos los días de preocupación y nerviosismo por los exámenes.

Hoy parece que se hace oficial el hecho de que, a partir de ahora, tenemos que responsabilizarnos de nosotros mismos. Ya no valen los “profe, no me enteré”, o los “profe, pero ¿esto entra?”. Debemos ser valientes ahora que nuestros caminos se separan y cada uno aprovechará su propia oportunidad, sin olvidar nunca los años que hemos pasado aquí. Esta experiencia nos acompañará toda nuestra vida y afectará las decisiones que vayamos tomando, porque ha sido un periodo largo que, nos guste o no, ya forma parte de nosotros. De ahora en adelante cada uno pintará su futuro del color que quiera o pueda, sabiendo que los que hemos sido sus compañeros de viaje deseamos que todo le vaya bien.

Para concluir, proponemos apartar nuestros planes futuros durante esta tarde, esta noche, mañana y todo lo que dure la celebración, para disfrutar de nuestro último día como alumnos del Villa de Valdemoro y nuestra última fiesta como compañeros de curso, junto a las personas que nos han ayudado académicamente y, en ocasiones, también de forma personal y humana, no solo para que seamos mejores alumnos, sino mejores personas.

Terminamos con una frase de Rafiki, no el tutor que esperábamos en primero, sino el mono, que seguro que reconocéis: “El pasado puede doler, pero tal como yo lo veo puedes o huir de él o aprender.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario