Por fin, y nos ha costado desde la redacción de
Trizas, tenemos el maravilloso discurso que pronunció el poeta y profesor de Filosofía José Manuel García durante la Graduación de 4º de ESO. La verdad es que, al natural, durante la declamación, gana enteros. Sencillamente, es un gozo escucharle. Pero José Manuel no es un sofista al uso: remueve las conciencias del lector -y del escuchante- con la palabra hábil que solo son capaces de domeñar los sabios. Gracias, José Manuel, por habernos ofrecido tanto y tan bueno en el IES Villa de Valdemoro en el último curso. Sin duda, te echaremos de menos, porque tu huella ha sido profunda y duradera. ¡Hasta pronto!
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José Manuel, durante la lectura de su discurso. |
La muralla china tiene 62.567.839 ladrillos; El Quijote, 377.032 palabras sin el prólogo; el Camino de Santiago, 760 km. desde Roncesvalles; y todo comenzó por un ladrillo, una palabra y un paso.
Vosotros habéis dado un paso primero y relevante en vuestras vidas. Hasta ahora vuestra actividad consistía en ir pasando de curso en curso, en estudiar cada uno de ellos para llegar al siguiente, pero ahora ya tenéis la posibilidad de elegir entre diversos caminos: Bachillerato, FP, mundo laboral… La decisión afecta a vuestras vidas de manera nueva e intensa.
Este paso es un paso vuestro, pero un paso de muchos. De vuestras familias, de vuestros profesores también. Séneca se quejaba de que aprendemos para la escuela, no para la vida, pero vuestros profesores hemos intentando, además de enseñaros contenidos, que van y vienen, que se olvidan y recuperan, estrategias de trabajo y actitudes vitales que os acompañen y podáis poner en juego en situaciones futuras.
Ahora y siempre en esto os la jugáis, en vuestra capacidad de vivir y ser felices, es decir, de desarrollar lo más posible vuestras capacidades humanas, la integridad de lo que sois. Muchos se entretienen con ilusiones que proporciona nuestro mundo, cosas, dinero..., mientras que lo que nunca hay que dejar de lado, donde se encuentra la posibilidad de vivir una vida auténtica, reside en vosotros mismos. A mano está lo que es bastante, decía también Séneca.
Ser feliz consiste en una actividad dinámica y arriesgada. No se consigue esperando que venga, sino mediante la puesta en juego de todas las posibilidades vitales. Y no penséis que el mundo os lo va a poner más difícil que en otras ocasiones, el mundo siempre ha estado mal, sobre todo para quienes tenemos que luchar por vivir. Ahora estamos en una crisis de especial importancia, una crisis de éxito de nuestro sistema económico, que ha llevado a que los que más tenían se enriquezcan hasta límites insospechados y que los demás lo sufran. Los demás somos nosotros, quienes podemos y tenemos construir nuestras vidas a partir de valores que desarrollen las posibilidades que cada persona tiene.
En esta elección que vais a hacer, en este paso nuevo de vuestras vidas, elegid con el corazón, es decir, poniendo en juego toda vuestra energía y capacidad de decisión, porque la mente va donde el corazón la lleva, y el destino exige hombres y mujeres valientes y esforzados. Vivid intensamente cada momento.
Y para terminar, quiero leeros un poema de esperanza de un excelente poeta con el que tenéis la suerte de contar en el instituto, el jefe de estudios Ismael Alonso.
"Más que las flores abiertas,
me interesan las que están por abrir”.
Lo dice Nicanor Parra,
que hunde sus manos en la sombra
para llenárselas de luz.
Más que el poema acabado,
me agrada lo que aún no tiene forma:
el papel, la pantalla del ordenador,
la rama astillada por un soplo violento
de aire insomne.
El viento empuja las palabras,
mis manos empujan las palabras,
el atardecer empuja las palabras
mientras camino esperando el roce
de la suave luz de la amanecida,
tan lejos, tan cercanamente extraña,
tan dentro de todas las cosas
que parecen nacer de nuevo solo para ti.