La fuerza de la actitud. Desarrollo de una mente ganadora

Por Andrés Pujol, profesor de Tecnología del IES Villa de Valdemoro.

Los campeones deben tener talento y voluntad para el esfuerzo, 

pero para triunfar la voluntad debe ser superior.
Cassius Clay. Campeón del mundo de Boxeo

Se pueden reconocer tres tipos de alumnos en el aula. El primer tipo es el de los alumnos poseedores de talento y una buena actitud. Tienen asegurado el éxito en sus objetivos a pesar de los profesores que encuentren en su camino. El segundo tipo es el de aquellos alumnos que, teniendo talento, les falta la actitud; estos verán desperdiciar su potencial, muchas veces se justificarán en el autoengaño, pero a menudo se decepcionarán ellos mismos y decepcionarán las expectativas de otros que creyeron en ellos. Finalmente, tenemos aquellos alumnos con menos talento pero con una gran fuerza de voluntad; estos aprovecharán cada oportunidad y su compromiso, a menudo, se verá premiado con el éxito.

Así, se puede afirmar que mientras el talento de base es muy difícil de mejorar, la actitud puede cambiar tanto como se quiera y cuando se quiera. Los alumnos se enfrentan a muchos puntos críticos durante su desarrollo y, en cada paso, es posible lograr éxito solo si el talento y la actitud pueden hacer frente a nuevas exigencias.

El gran entrenador de baloncesto John Wooden afirma: “El talento te lleva hasta la puerta; el carácter te hace cruzarla”.

Comprender la actitud

Actitud es la transformación de los pensamientos y sentimientos de una persona en una acción. Los alumnos piensan, sienten y luego actúan, en este orden. La escuela pone a prueba los pensamientos y sentimientos de los alumnos y a menudo el éxito consiste en hacer lo necesario pese a los miedos.
Una actitud ganadora se refleja en los siguientes signos de la acción:

· Intensidad en el trabajo.

· Gran capacidad para concentrarse.

· Elevada energía emocional.

· Fortaleza mental y resiliencia.

El potencial en el rendimiento puede estar limitado por el talento, pero la actitud es la fuerza que impulsa hacia el logro. El famoso entrenador de baloncesto Bobby Knight siempre decía: “No me traigáis jugadores que quieran ganar; ¡traedme jugadores que quieran prepararse para ganar!”
Los enseñantes juzgan la actitud individual o grupal por los comportamientos que observan en el aula y su entorno. Los buenos profesores son grandes observadores y están al acecho de comportamientos que revelen el estado mental del alumno.

Los profesores y padres deben darse cuenta de que sus palabras, su lenguaje corporal y la forma en la que proporcionan la retroalimentación van a tener un impacto en el rendimiento. La negatividad provoca ceguera. En lugar de contribuir al desarrollo de una visión positiva, lo que hace es mutilarla, dando como resultado al desarrollo de un estilo de implicación inapropiada.

Para ayudar a los alumnos a asumir su responsabilidad de su actitud y a aprender a desarrollar buenos hábitos mentales, los profesores pueden presentar los siguientes mensajes clave del siguiente recuadro:

  

MENSAJES CLAVE PARA EL DESARROLLO DE ACTITUDES MENTALES POSITIVAS DE LOS ALUMNOS

1. Creo en mí mismo 2. Mi diálogo interior siempre será positivo 3. Cada día estaré dispuesto a esforzarme 4. Nunca me rendiré 5. En momento difíciles nunca seré mi enemigo 6. No puedo decidir lo que pasa a mi alrededor, pero sí puedo decidir cómo respondo y lo que haré 7. Utilizaré las advertencias como oportunidades para aprender 8. Me concentraré en mis puntos fuertes y dominaré mis puntos débiles 9. Entiendo que mi función como miembro de clase es ayudar a mis compañeros a ganar Recuerda que siempre hay una elección en lo que haces. Y siempre has de tener presente que la elección que haces te hace a ti mismo.

La actitud precede a la ejecución.Para todas las personas que se enfrentan a un reto, hay dos opciones: enfrentarse al reto o dar la espalda. Los buenos alumnos son aquellos que eligen el reto. Una vez ha sido tomada esta decisión, se produce una reacción en cadena en la que se coordinan la mente y el deseo.

-La mente acepta el reto (la confianza de la preparación).
-Las emociones se convierten en el motor del optimismo (entusiasmo y determinación).
-El alumno se prepara para la acción (altos niveles de energía).
-Tenemos suficiente flexibilidad y capacidad de recuperación para afrontar los fracasos (fortaleza mental).

La actitud positiva no solo suministra el combustible para una ejecución explosiva y prolongada, sino que también genera la capacidad del jugador para desarrollar el abanico de habilidades mentales necesarias para hacer frente a los retos de la clase.

El pensamiento positivo conduce a la fortaleza mental, la cual, por su parte, da lugar al impulso ganador. Por lo tanto, la clave está en influir sobre los alumnos para que piensen de forma positiva y generen un estado emocional elevado y positivo que diga: "Deseo realmente ganar", y creando de esta forma altos niveles de energía positiva.

Mantener la actitud positivaLa verdadera situación del alumno es el drama interno de la dualidad: el lado fuerte “Puedo” y el lado débil “No puedo”. Cada alumno que se enfrenta al proceso de aprendizaje tiene delante de sí un amplio repertorio de miedos potenciales: al fracaso, a cometer errores, a perder el control, a decepcionar a su entorno y a no cumplir sus expectativas. El miedo principal es que sean descubiertas sus deficiencias. Si no se afrontan estos miedos internos, pueden provocar estados mentales negativos en el alumno y un estado de ansiedad sobre futuros acontecimientos, el miedo a “¿qué pasará sí?” que inhibe el rendimiento.

Los profesores deben estar atentos e identificar cuanto antes los signos negativos que pueden aparecer en cada sesión de clase. Los buenos profesores son grandes observadores y saben advertir una disminución en los siguientes factores: motivación, calidad del trabajo, entusiasmo, comunicación, humor, disciplina y trabajo voluntario adicional.

También debe identificar el aumento de los siguientes: atribución de culpabilidad, excusas, indisposiciones leves, conflictos o problemas ajenos al grupo de clase.

Los profesores pueden ayudar a sus alumnos a observar sus propios estados actitudinales pidiéndoles que reflexionen los puntos de la siguiente tabla:                         

Elementos de una actitud ganadora
Convicción	Puedes alcanzar el éxito
Compromiso	Trabajaremos duro durante el curso
Confianza	Estamos bien preparados, comprendemos nuestras funciones y sabemos lo que tenemos que hacer en cada momento.
Concentración	Podemos apartar las distracciones y concentrarnos en la clase
Disciplina	Entendemos el plan de trabajo de clase y lo llevaremos a cabo
Libertad	Si vemos algo que puede funcionar, tenemos libertad para emplear nuestro instinto, ya que el profesor perdonará los fallos positivos
Valentía	Buscaré el éxito y no me esconderé en los momentos cruciales
Buena predisposición	Nos hemos preparado bien, así que podemos tener intensidad sin tensión, seguir la clase con la sonrisa en la cara y disfrutar de la clase.
Fortaleza mental	Saldremos de la clase siendo todo el grupo clase que ha progresado en el trabajo de la sesión

Veinte preguntas clave para el profesor
	Siempre	Alguna vez	Pocas veces	Acción
1.        ¿Soy positivo?
2.        ¿Soy accesible?
3.        ¿Soy divertido?
4.        ¿me preocupo por mis alumnos?
5.        ¿Conozco a mis alumnos personalmente?
6.        ¿Me comunico bien?
7.        ¿Atiendo personalmente?
8.        ¿Soy honrado con mis alumnos?
9.        ¿Soy paciente con mis alumnos?
10.     ¿Comprendo el ego de mis alumnos?
11.     Puedo influir en su estado de ánimo?
12.     ¿Ofrezco inspiración?
13.     ¿Soy leal a mis alumnos?
14.     ¿Doy ordenes claras?
15.     ¿Comprendo los errores y sigo adelante?
16.     ¿Confío en mis alumnos?
17.     ¿Ofrezco retroalimentación útil?
18.     ¿Soy emocionalmente estable?
19.     ¿Celebro el éxito de mis alumnos?
20.     ¿Ofrezco apoyo constante e inquebrantable?