Opinión: Yolanda Pizarro, concejala de Educación del Ayuntamiento de Valdemoro

Hace unos meses, en junio concretamente, se cumplió mi primer año al frente de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Valdemoro. Ha sido un año intenso de trabajo muy duro y de retos importantes, pero también de mucha ilusión, en el que hemos incorporado nuevas líneas de actuación sin abandonar los programas que se venían realizando por anteriores equipos.
Esta nueva etapa profesional suponía un reto personal importante: dejar en suspenso mi vocación de docente y el trabajo al que he dedicado muchos años, para asumir una responsabilidad mayor desde el ámbito de la administración local, que es velar por la calidad de la enseñanza del municipio garantizando los recursos educativos que docentes, alumnos y padres tienen a su disposición.
El acercamiento a los diferentes centros, conocer sus características, sus demandas y problemas para intentar resolver, en la medida de lo posible, esas necesidades. Familiarizarme con las estructuras de coordinación en las que participa la Concejalía de Educación, como la Comisión de Escolarización, la Mesa Local de Absentismo, la Mesa de Salud Escolar o los servicios de Asesoramiento Educativo y Profesional, el de Apoyo y Refuerzo Escolar y el Servicio Psicopedagógico.
También, este primer año, ha estado cargado de expectativas por nuevos proyectos que se han puesto en marcha, como las I Jornadas Educativas Buenas Prácticas Docentes, una iniciativa que ha tendido una excelente acogida entre maestros y profesores que garantiza su continuidad en el tiempo.
Otro aspecto, no menos importante, fue conocer mejor el funcionamiento de las administraciones con las trabajamos estrechamente, como la Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid, directamente, o su Dirección de Área Territorial Madrid-Sur, cuyo compromiso y disposición han sido esenciales para lograr el nivel de calidad que tienen los centros educativos de Valdemoro.

Buena muestra de este compromiso y el tesón por el trabajo bien hecho es el IES Villa de Valdemoro. He tenido la oportunidad de asistir a distintos eventos el curso pasado –el tradicional Cross, en el que tuve el privilegio de participar como una corredora más, o la Fiesta de Graduación de los alumnos de 2º de Bachillerato- y puedo dar fe del entusiasmo con que todos los miembros de la comunidad educativa recorren un camino común: la apuesta por hacer de nuestros jóvenes personas de provecho, con el necesario espíritu crítico y una formación valiosa para afrontar los retos del futuro. Los veinticinco años de vida del IES Villa de Valdemoro, que ha cumplido en 2012, han visto pasar a lo más granado de la sociedad valdemoreña.
Por otra parte, dentro de otras medidas de largo alcance, se encuentra la construcción del cuarto instituto, el primero bilingüe del municipio, un ejemplo de la apuesta de la Comunidad de Madrid por ampliar aún más la oferta educativa en Valdemoro. El IES Neil Amstrong constata también la apuesta por el bilingüismo, con el que este equipo de gobierno está también comprometido.

Por último, me gustaría acabar con una hermosa cita de Henry Ford:

“Si tienes capacidad de entusiasmo, puedes lograrlo todo. Entusiasmo es la levadura que impulsa tus esperanzas hacia las alturas, entusiasmo es el brillo en tus ojos, el ímpetu en tu andar, el apretón de tu mano, tu irresistible fuerza de voluntad y la energía para realizar tus ideas. Los entusiastas son luchadores. Tienen fuerza de ánimo. Son resistentes. Entusiasmo es la base de todo progreso. Con él se alcanzan logros, sin él…, a lo sumo, pretextos”.