domingo, 26 de enero de 2014

Beatriz Del Río: "Siempre quise ser profesora, de pequeña lo miraba con admiración y con un poquito de romanticismo".


Por Miriam del Moral, de 1ºAB.

Entrevistamos en esta ocasión a Beatriz del Río, jefe del Departamento de Lengua Castellana del IES Villa de Valdemoro.

 ¿Por qué decidiste ser profesora?
Supongo que siempre quise ser profesora, me gusta mucho hablar, estar con la gente. Así que supongo que por eso.

¿Cuál ha sido la situación más inverosímil que has vivido en un instituto?
La viví en mi primer año de trabajo en un instituto, me dieron una tutoría de 12 chicos con problemas. Un día llegué a clase y, como eran solo chicos, habían robado de las marquesinas carteles de chicas en ropa interior y las habían colgado en clase, cada una con su nombre y todo, y dijeron: "Profe, nuestras nuevas compañeras de clase". Pero en vez de escandalizarme, les dije: "¡Ah! Me parece que hace un poquito de frio para que estén tan ligeritas". (Risas)

¿Es tu trabajo tal y como te lo imaginaste cuando decidiste ser profesora?
Como siempre quise ser profesora, de pequeña lo miraba con admiración y con un poquito de romanticismo. Pero, luego, la labor de profesor tiene muchos aspectos complejos que rodean al trabajo dentro del aula, y eso no lo imaginé. Pero dentro del aula, sí.

¿Qué es lo que más te agrada de tu trabajo?
Estar dentro del aula, que no es la gran mayoría. Pero es lo que más me gusta, lo que tiene que ver con la docencia.

Para ti, ¿cómo es el alumno perfecto?
Es el alumno que colabora mucho en clase, que es inquieto, que pregunta, colabora, que me haga pensar a mí.

Me he enterado de que estuviste en la India trabajando, ¿por qué a la India y no a otro lugar?
Porque me tocó, quería irme fuera, me preparé para enseñar español como segunda lengua. Quería irme de lectora y lo solicité a la Agencia española de Cooperación, pedí varios puestos, pero el que me concedieron fue ese; no sé si estaba escrito, pero me tocó, y menos mal.

¿Alguna anécdota de tu estancia allí?
Para abrir mi cuenta corriente, necesitaba ir con mi padre o mi marido, y para cobrar mi salario tenía que ir con un hombre que garantizara que yo era la dueña de mi pasaporte.

¿Qué fue lo que más te chocó de la cultura india?
Que aunque las cosas ya han cambiado, me chocó la poca independencia de la mujer. El que yo, como occidental, no tuviera cierta independencia, me chocó mucho. Y también me impresionó la importancia de la familia frente al individuo y la cultura de los matrimonios arreglados.
¿Crees que tras vivir en un país tan diferente al nuestro tenemos demasiadas cosas innecesarias sobrevaloradas?
Sí, pero también lo pensaba antes. Porque las cosas importantes son muy poquitas, pero eso también lo aprendes con la edad, sales fuera para ver muchas cosas, y te das cuenta de esos al vivir en un país en el que hay tantas carencias. Era todo muy austero y me chocaba mucho, yo necesitaba cortinas, manteles bonitos.

¿Crees que las nuevas tecnologías y las redes sociales nos han hecho más materialistas e impersonales?
No, creo que el avance tecnológico nos abre paso a otro tipo de comunicación, es una herramienta no necesariamente negativa. Nos sirve para relacionarnos, lo que pasa es que se pueden usar de maneras muy distintas, porque bajo ese tipo de comunicación, como el hombre es mentiroso por naturaleza, pueden crearse relaciones falsas. Pero no creo que nos hagan más impersonales, que el que las use pueda caer en un tipo de individualismo, sí, pero no necesariamente la herramienta es la que nos fuerza a eso.

Alguien a quien admires y por qué.
A mi madre, una persona de carne y hueso, porque era una profesional de su trabajo, que era ser ama de casa. Y aún teniendo una vida aparentemente fácil, criar a siete hijos, tener una vida muy sacrificada, me parece admirable. Además, nunca perdió la dignidad con la cantidad de problemas y que todavía le quedan por pasar.

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