DÍA DEL LIBRO-2014. CONCURSO DE RELATOS 1º Y 2º ESO
Los relatos, elaborados por los alumnos durante una sesión lectiva, no podía superar las dos caras comenzaba por el siguiente microcuento del escritor argentino Adolfo Bioy Casares:
La cocinera dijo que no se casó porque no tuvo tiempo. Cuando era joven trabajaba con una familia que le permitía salir dos horas cada quince días, Esas dos horas las empleaba en ir en el tranvía 38, hasta la casa de unos parientes, a ver si habían llegado cartas de España, y volver en el tranvía 38.
Resultaron ganadoras dos alumnas ex aequo: Ángela Quero Prieto (2ºAE) y Paula Cano Ruiz (2ºDE). Se concedieron dos accésit a José Miguel Rodríguez García (1ºAE) y a Daniel Veleda Delgado (1ºCE).
RELATO DE DANIEL VELEDA DELGADO. 1º C ESO
El sueño
La cocinera dijo que no se casó porque no tuvo tiempo. Cuando era joven trabajaba con una familia que le permitía salir dos horas cada quince días. Esas dos horas las empleaba en ir en el tranvía 38, hasta la casa de unos parientes, a ver si habían llegado cartas de España, y volver en el tranvía 38.
Cuando volvía en el tranvía estaba pensando en viajar a España, no era la primera vez que se le pasaba por la cabeza. Su mente estaba tan concentrada que se pasó su parada. Cuando llegó a casa se puso a hacer la cena. Después de cenar estuvo un rato escuchando la radio. Se fue a la cama, donde siguió meditando la idea. El problema era que no tenía suficiente dinero. Su sueldo no era demasiado bueno. Tenía que encontrar un trabajo mejor; pero no se pudo permitir el lujo de ir al colegio y empezó a trabajar desde muy pequeña como "recogeabrigos" para que ella y su hermano pequeño pudieran comer. Su padre estaba en la cárcel. Cuando iba a visitarlo su madre le daba algo de comida para que se lo diera a escondidas.
No sabía nada de matemáticas y apenas sabía escribir bien. No la contratarían en un trabajo importante. Necesitaba aprender si quería cumplir su sueño y viajar a España. Se compró unos cuantos libros en una tienda de segunda mano. Estudiaba cuando podía en su hora para comer, en su tiempo libre, antes de acostarse. Una amiga le dijo que estaban buscando a una nueva redactora de periódicos donde ella trabajaba y le dio un folleto. Decía lo siguiente: ‘Se buscan personas que sepan escribir sin faltas de ortografía y que manejen bien la máquina de escribir. Se paga un buen sueldo’.
Estaba eufórica, el día de la entrevista se visitó con lo mejor que tenía y se dirigió hacia el edificio donde se hacían los periódicos. Había unas veinte personas delante de ella, esperó durante unos treinta minutos y le tocó a ella. Estaba muy nerviosa, pasó por una puerta blanca y allí estaban tres personas sentadas y una máquina de escribir. Le pidieron que escribiera unos cuantos párrafos. Una semana después vino un hombre a su casa diciéndole que le habían dado el puesto. Después de unos meses ya tenía el dinero para viajar a España. Pero pensó que si viajaba a España no tendría trabajo, ni casa y le costaría mucho más encontrar trabajo. Pensó que el sueño de viajar a España era solo eso, un sueño.
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