El pasado 5 de noviembre, Andrea Miguélez, alumna de Ciclos formativos del IES Villa de Valdemoro se alzó con la medalla de oro en el Campeonato mundial de Paratriatlón que se celebró en Abu Dabi.
Algunos miembros del equipo de redacción de la revista Trizas han tenido la oportunidad de entrevistar a Andrea Miguélez con motivo de su victoria. Lo primero que nos sorprende al conocer a Andrea es la actitud positiva que derrocha. Dispuesta desde el principio a compartir con nosotras su experiencia, no duda ni un segundo en facilitarnos un momento para poder encontrarnos, así dedicamos dos recreos a entrevistarla.
Tras la dulzura de su físico, descubrimos una chica arrolladora, llena de energía y de encanto. Su sonrisa parece traspasar la mascarilla que nos cubre a todos el rostro. La magia de la comunicación con ella brilla desde el principio. Andrea nos cuenta que entrena en triatlón desde hace siete años y, actualmente, solo descansa un día a la semana de la rutina del ejercicio. El triatlón es un deporte que requiere mucha disciplina y una gran voluntad, porque implica la realización de tres disciplinas deportivas de manera consecutiva: natación, ciclismo y carrera a pie. Estas pruebas se realizan en orden y sin interrupción de manera que el triatleta debe ejecutar con mucha rapidez la transición entre pruebas para perder el menor tiempo posible.
Hace once años, Andrea sufrió una operación cerebral que le ha provocado una parestesia en el brazo y la pierna izquierdos. Esta dificultad no le ha impedido en ningún momento practicar su deporte favorito, pero en abril su entrenador le comentó que iban a someter su caso a un tribunal con el fin de clasificarla como deportista de paratriatlón. Tras las pruebas pertinentes, Andrea fue clasificada en la categoría PTS3 para deportistas con una discapacidad significativa. Lo que ella no esperaba es que esta clasificación le abierta las puertas para acceder a competiciones como el Campeonato de Duatlón de España, que se celebró en junio, y en el que se alzó con la medalla de oro. Esta victoria, junto con la del Campeonato de Europa, le permitieron clasificarse para el Campeonato mundial de Abu Dabi.
Andrea, con solo 18 años, viajó con el equipo de deportistas de paratriatlón de España. "Era la primera vez que viajaba sin mis padres. Estaba muy nerviosa, sobre todo por la maleta de la bici." La bicicleta de Andrea está adaptada, ya que lleva los frenos y los cambios de los platos en el manillar de la derecha. "Es una bicicleta cara, porque es especial. Además, la maleta para guardar la bici me la habían prestado y pesa muchísimo. ¡Menos mal que me ayudaron cuando llegué al aeropuerto!"
La estancia en Abu Dabi durante los días previos a la prueba fueron de nervios y de entrenamientos. "Hacía muchísimo calor. Imaginad más de 35 grados y una humedad de casi un 70%. Recuerdo esos días sudando permanentemente. Eso sí, no salíamos de la piscina de hotel en todo el día." Andrea nos confiesa que sentía miedo y que no se creía capaz de superar todas las pruebas. "Hablé con un compañero y me animó aconsejándome que me centrara en la técnica y que no pensara en el resto de competidoras. Y así lo hice."
Cuando empezó la prueba ya hacía calor, aunque eran las diez y media de la mañana. "Mi entrenador me dijo que me preocupara sobre todo por estar hidratada, porque tanto calor y tanta humedad pueden resultar fatales para los deportistas." La prueba comenzó con 750 metros de natación y, a continuación, llegó la primera transición. "En las transiciones es donde yo gano tiempo, porque dejo las zapatillas colocadas en los pedales de la bicicleta, de forma que me subo a ella directamente y comienzo la prueba de los veinte kilómetros de ciclismo sin parar prácticamente. Otras compañeras se paran a colocarse las deportivas y pierden demasiado tiempo." Tras la segunda prueba, todavía quedaban 5 kilómetros de carrera a pie, pero afortunadamente para Andrea ya llevaba la suficiente ventaja sobre sus compañeras como para disfrutar de su victoria. "Fue emocionante llegar a la meta. Los últimos metros se corren sobre una alfombra azul. ¡Fue impresionante llegar la primera!"
El timbre del final del recreo nos deja con el sabor de la alegría de haber conocido a Andrea, una verdadera campeona que está superando a diario los obstáculos que la vida va poniendo en su camino. Con pasión, ha decidido vivir su vocación de deportista. ¡Ojalá podamos acompañarte en tus próximas victorias, querida Andrea! ¡Ojalá estemos animándote en las Paraolimpiadas de París 2024!
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