jueves, 17 de febrero de 2022

Entrevista a los investigadores Alejandro Dashti e Irene González

Por Alejandro Cataño Berrío e Irene Sánchez Zamorano (1º Bachillerato).

El 18 de enero nos visitaron dos investigadores del Instituto de Salud Carlos III: Alejandro Dashti, especialista en parásitos intestinales, e Irene González, experta en el mundo Fungi, concretamente en microhongos del género Aspergillus. Presentaron su trabajo a través de una conferencia en la que hablaron de sus estudios realizados y salidas profesionales dentro del mundo de la investigación.

Se nos dio la oportunidad de hacerles una entrevista a través de la que pudiéramos dar a conocer la función de la ciencia en nuestro día a día, la labor de un investigador y cómo nosotros, siguiendo su ejemplo, podemos llegar a serlo.

A continuación, se incluirán algunas de las preguntas realizadas a ambos investigadores. La primera fue si creían que los hongos están siendo amenazados en muchas ocasiones debido al desconocimiento que se tiene de ellos. Afirmaron que es cierto; incluso en el área de la medicina, se descartan en los diagnósticos la posibilidad de que una enfermedad sea causada por un hongo, y esto es un problema a la hora de tratarlo. La gravedad de este asunto se ve reflejado en la pandemia que actualmente vivimos, donde muchos infectados fallecían, no solo por el virus en sí, sino porque un hongo se adentraba a la vez en su organismo.


 

Viendo la gravedad de esto, les preguntamos: ¿cuál es el hongo más dañino en España? Nos informaron que Aspergillus fumigatus (afecta mayormente a pacientes inmunodeprimidos, e incluso a animales como las abejas) y la Candida auris (una especie de hongo que crece como levadura. Es una de las pocas especies del género Candida que causa candidiasis en humanos. Además, es muy resistente a los tratamientos).

Por ello, nos surgieron las siguientes dudas: ¿Ha frenado el uso de la mascarilla la ingesta de esporas? ¿ha reducido las infecciones pulmonares? ¿puede llevar a la extinción de los hongos? A lo que ellos nos respondieron: “El uso de la mascarilla ha frenado la ingesta de esporas, porque no traspasan el filtro que esta posee. Esto ha ido de la mano con el aumento de la auto-higiene, como es el lavado de manos. Por otro lado, no podemos conocer si se han reducido las infecciones pulmonares porque llevamos relativamente poco tiempo de pandemia”.

Con esta pandemia, todos los días escuchamos a la gente hablar sobre el test rápido y sobre la PCR, pero, ¿sabemos la diferencia?, les preguntamos a ellos.

La PCR es una técnica utilizada para amplificar la secuencia de ADN; es, así, una herramienta que facilita el trabajo a lo hora de detectar de qué microorganismo se trata, mientras que el test, de manera rápida, detecta la presencia del antígeno, creado por el patógeno, para así poder comprobar si se trata del COVID-19.


Además de la diferencia en el procedimiento, la PCR es más fiable, y con ella se obtienen mejores resultados, pudiendo saber incluso la variante que ha infectado al paciente.

Alejandro D., especialista en varios temas, siendo uno de ellos el trato con parásitos intestinales, los cuales son más comunes de lo que podemos pensar, le preguntamos ¿cuál o cuáles son sus vías de transmisión?

“La principal es la vía fecal-oral. Transmitida de persona a persona, animal a persona, o incluso por ingesta de alimentos o agua que ya hayan sido previamente contaminados”. Es por esto que insisten en una adecuada higiene para evitar el contagio.

Abordamos a Irene G. sobre la siguiente cuestión: ¿Cuánto tiempo suele vivir un hongo?

"Depende del tipo de hongo del que estemos hablando; en el caso de los microhongos, suelen durar en el medio ambiente unos quince días, y en el organismo una semana aproximadamente, aunque como ya hemos mencionado, depende del caso. Por ejemplo, hay hongos que son muy resistentes y pueden vivir en nuestro cuerpo durante muchos años”.

Ya que tuvimos la oportunidad de entrevistar a Irene G., y Alejandro D., que se dedican a la investigación; les preguntamos si era complicado acceder a ella. A lo que nos respondieron: “Cuesta bastante, pero es posible. Se pasa por el doctorado, el cual es muy complejo, pero realmente necesario en el mundo de la ciencia. En cuanto a las becas, por otra parte, son más complicadas, ya que se presentan muchas personas a ellas y para llegar a conseguirlas debes tener notas por encima de ocho. Las calificaciones obtenidas en el grado tienen mucha importancia, ya que sirven de referencia”.

Ligando esta pregunta con la anterior, y para finalizar, ¿creéis que en España se dan los suficientes recursos para la investigación? No los suficientes, siendo además mayormente un tema burocrático, respondieron, con largas esperas para poder comenzar a trabajar en nuestros proyectos científicos.



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