Por Celia Martínez, Sofía Morales y Lucía Rodríguez (3º ESO).
Fue una tarde muy divertida: hubo chistes, el discurso de los delegados tuvo su gracia (aunque, según algunas fuentes, fue un poco censurado ). Y, al final del todo, cuando muchos estaban tomando el piscolabis, los graduados se pusieron a jugar al voleyball como despedida final.
También fue una tarde muy emotiva, los discursos de los profesores y alumnos hicieron emocionar a muchos, ya que echarán de menos esos momentos divertidos en clase y entre ellos mismos, pues algunos se irán del instituto a realizar grados medios y otros se quedarán en el centro a seguir con bachillerato.
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