Hace unos días nos visitó el Dr. Armando Azua-Bustos, y hemos tenido la suerte de poder hacerle una entrevista. Se trata de un investigador del Centro de Astrobiología CSIC-INTA y es, además, el director general de Atacama Biotech. En este momento, se encuentra investigando en el CSIC el área de Planetología y Habitabilidad. Además, es Jefe del Departamento de Astrobiología del Centro de Investigación y Desarrollo Aeroespacial AngelicvM. Posee de una amplia experiencia en el campo de la microbiología de ambientes extremos. Miembro activo del Blue Marble Space Institute of Sciences. Con 10 años de investigación conjunta con la NASA. Parte del equipo de la primera Misión Chilena al espacio, y parte del Equipo AngelicvM que participa en el Premio Google Lunar X. Doctorado en Genética molecular y Microbiología, así como Master en Ciencias Biológicas y Máster en Bioquímica.
La investigación del Dr. Azua-Bustos se centra en la comprensión de la evolución y ecología de los microorganismos xerófilos, y los mecanismos moleculares que explican las interacciones con su entorno y su adaptación a la desecación extrema. Para este fin, utiliza como modelo los microorganismos del desierto de Atacama, el desierto más seco y antiguo de la Tierra. El conocimiento que ha adquirido ha demostrado ser de interés para definir los límites de la vida en la Tierra, y también de interés para los campos de la Biotecnología y la Astrobiología, ya que el desierto de Atacama es un reconocido modelo análogo de Marte.
Hemos comenzado la entrevista preguntándole qué se debe estudiar para llegar a ser un astrobiólogo y nos ha explicado que la astrobiología es una disciplina reciente debido a las múltiples preguntas que abarca. Es una ciencia interdisciplinar. Él se formó en otras disciplinas (agraria, microbiología, genética molecular), pero siempre con el interés por la vida, hasta que posteriormente trabajó en la astrobiología de forma directa.
Investigar acerca de las salidas laborales de una carrera es un paso muy importante y por ello le hemos preguntado acerca de las opciones laborales de la astrobiología. Nos ha comentado que el primer paso es elegir un centro de investigación y encontrar una investigación que nos apasione.
Uno de los puntos fuertes de la astrobiología es intentar averiguar la posible existencia de vida tal y como la conocemos en otros planetas, y es por ello que le hemos preguntado qué planetas tienen más posibilidad de albergar vida tal y como la conocemos, nos ha explicado que es necesario que en ese planeta haya agua en estado líquido y que, además, se encuentre en la "Zona de habitabilidad" que es una zona estratégica en la que el planeta no está ni muy lejos ni muy cerca del Sol.
Buscando información acerca de Dr. Azua-Bustos descubrimos la existencia de "DART" y quisimos averiguar en qué consistía, nos aclaró que se trata de la primera misión del mundo en probar técnicas de defensa planetaria, es una especie de nave espacial lanzada el pasado 24 de noviembre por parte de la NASA.
Por otro lado, en una de las diversas páginas donde se habla sobre él, descubrimos su participación en el premio Google Lunar X, se trata de unos premios que tratan de incentivar el emprendimiento de la ciencia, es decir que todo el mundo sea capaz de investigar de forma científica.
Le preguntamos sobre los planetas que podían albergar vida y quisimos saber si los planetas gaseosos formaban parte de ese abanico de opciones; según nos explicó, hace poco se hicieron unas investigaciones en Venus y se ha planteado la posibilidad de que en la atmósfera pueda existir vida.
Nos interesamos por cuál fue su fuente de inspiración, y nos comentó que desde que él era pequeño siempre tuvo una gran pasión por la ciencia y por el saber. Llegó a trabajar un año y medio como vinicultor, pero posteriormente decidió estudiar un máster en bioquímica, ciencias biológicas y otras disciplinas.
La microbiología es la ciencia que se encarga del estudio y análisis de los microorganismos, es decir, trata con todos los organismos que sólo son visibles a través de un microscopio. La microbiología está íntimamente relacionada con la astrobiología, “Pensamos sobre diversas posibilidades de vida en otros planetas o sistemas, pero sospechamos que la vida que se encuentre será de forma molecular, microscópica, por lo cual sí podemos hablar de la relación directa con la microbiología”
Una de las disciplinas que ahora está en su apogeo es la ingeniería genética, aprovechando que el Dr. Azua-Bustos está interesado en este campo, hemos preguntado en qué consiste, y nos ha explicado que la ingeniería genética actual es muy precisa, consiste en mejorar seres vivos, incrementar sus habilidades, como, por ejemplo, se hizo con el trigo desde su ancestro silvestre, pero de una forma más dirigida y rápida que lo que se hizo en muchas generaciones del pasado. Los genes ahora se pueden modificar con mucha más precisión que antaño.
Estas técnicas de ingeniería genética se quieren realizar en el espacio, pensado que existe la posibilidad de que la manipulación en este ambiente suponga ciertas ventajas.
La búsqueda de la vida en Marte nos conduciría a llevar al ser humano al planeta rojo, y se ha comentado que se desea crear invernaderos en el mencionado planeta, pero le preguntamos sobre el propósito de esta iniciativa.
Su fin es que los futuros astronautas tengan su propia comida, ya que sale mucho más rentable que se produzca allí a tenerla que llevar desde la Tierra. Estos invernaderos serían construidos dentro de cavernas, y se usaría luz artificial.
Para finalizar, le hemos hecho una pregunta de lo que todo el mundo está hablando: la tormenta solar que generará un apagón mundial.
El Dr. Azua-Bustos nos comentó que ocurrió una parecida alrededor del año 1500, y ahora conocemos más o menos los ciclos del sol. Él opina que esta tormenta es un problema mayor en el momento actual, ya que nuestra dependencia de la tecnología que se vería afectada por esta tormenta es mayor. Una pérdida de la conexión con la electricidad, es decir, un apagón mundial haría que careceríamos de todo (agua, comunicaciones, luz, calefacción, etc.)
Ha sido una gran experiencia poder contar con un científico tan cercano y de su prestigio en nuestro centro.
Alejandro Cataño Berrío y María Valverde Cenjor
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